Tras su gira por Andalucía, Amalita Escacena debuta en Barcelona, formando parte del cuadro flamenco del Alcázar Español, en el que también actuaban su padre, Manuel Escacena, y las hermanas Mendaña.
En octubre dejó Las Ramblas y marchó a Madrid. Allí, bailó en el Romea, donde permaneció hasta junio de 1914, y después en el Martín, Parisiana y Recreo Paraíso.