A La Salerito le iban los toros. No en vano estaba casada con un banderillero, Platerito de Córdoba.
No solo le gustaba la fiesta, sino que cuando se presentaba la ocasión, era capaz de ponerse delante de un astado. Y presumía de ello. Tanto que en sus actuaciones, solía poner una cinta en la que se la veía toreando y matando a un becerro. Aquí tenéis una foto que lo prueba:
Y aquí una descripción de una de aquellas correrías toreras:
(continuará)