10 de noviembre de 2010

Pilar López

Un ejemplo más de ese paso fluido y casi natural del baile al cante o del cante al baile lo tenemos en Pilar López. Una muchachita que cuando vimos su foto nos hizo pensar que se trataba de nuestra doña Pilar. Sus rasgos, todavía los de una niña, guardaban una extraordinaria semejanza con los suyos. Pero no podía ser. La foto se publicó en el Eco Artístico del 5 de mayo de 1912, justo un mes antes de que ella naciese. Y o doña Pilar se quitó más de 10 años o murió con ciento y pico, lo cual no parece nada probable. Esta es la foto aludida:


Volviendo al tema que nos ocupa, en 1911 Pilarita, que así la llamaban, unas veces era "una excelente bailarina" y otras, "una cupletista notable, de gran porvenir". Véanse, como muestras de estos términos, el texto que acompaña la foto y el que transcribimos de seguido, aparecido también en el Eco Artístico justo un més después, el 5 de junio de 1912.

Pilarita López.—Es una bailarina que se lleva de calle al público en cuanto sus piernas agilísimas interpretan con admirable perfección los bailes, tanto los antiguos como los que descuellan en el repertorio moderno.
Pilarita López es una artista encantadora, que, cual mariposa de vivos colores, va libando la miel del triunfo en cuantos salones actúa.
En Romea, desde su debut, está obteniendo a diario éxitos clamorosos, que vienen a confirmar nuestros augurios, pues el público que la aclama no es de los que se conforman con artistas de mediano prestigio.
Pilarita López une a sus encantos y a su maestría el saberse presentar  con trajes sugestivos y apropiados a los bailes que ejecuta.
En suma: en Pilarita López se encuentran reunidas todas las cualidades que necesitan las artistas para triunfar en este género e ir anotando en el áureo de páginas acariciadoras éxitos y más éxitos que, al revisarlos, produce esa sensación inexplicable que jamás puede concebir el que nunca ha sido aplaudido por ese monstruo de cien cabezas, tan temido a veces y a ratos tan benévolo.